ELANOR
El Mago de
Oz
Había una vez una niña llamada Dorothy, que vivía
en una granja en Kansas, al cuidado de sus tíos, Dorothy tenía un perro llamado
Totó al que adoraba y con el que jugaba siempre cerca de la propiedad de su
familia.
Un día se
desató una gran tormenta mientras ella correteaba alegremente con Totó,
se encontraba subida a un árbol cuando el sol se ocultó tras unas aterradoras
nubes negras.
Nadie se imaginaba que el peligro de un tornado
era inminente, así que cuando la niña lo vio, huyó despavorida hacia la granja.
Sin embargo, sus esfuerzos no sirvieron de mucho, ya que la niña en su
desesperado intento por ponerse a salvo, tropezó y finalmente fue arrastrada
junto a su perrito por el tornado. Sus tíos impotentes, vieron como su sobrina
desaparecía en la tormenta, sin que ellos pudieran evitarlo.
Cuando Dorothy recuperó el conocimiento, se
encontró en un lugar desconocido para ella en el que habitaban extraños
personajes. Entonces un hada apareció ante ella, respondiendo al deseo de la
niña de poder regresar a su casa, y le aconsejó ir en busca del Mago de
Oz. Para ello, debía seguir un camino de baldosas amarillas.
Como la vio tan asustada le entregó unos zapatos
rojos diciéndole que jamás se los quitara porque estos la protegerían de la malvada
bruja del Oeste, ya que esta intentaría impedir que alcanzara su destino, pero
la magia que infundio en ellos fue la que le permitió emprender el camino de
regreso.
Cuando se puso en marcha para encontrar el camino
de baldosas amarillas se sintió observada, aunque no estaba segura de ello ya
que todo en aquél lugar le resultaba extraño…
Ya avanzado el camino, Dorothy y Toto se toparon
con un espantapájaros, que ansiaba con todas sus fuerzas poder tener un cerebro
como ellos. La niña, que nunca había visto nada semejante, decidió aconsejarle
que se uniera en su camino a encontrarse con el Mago de Oz. Si podía ayudarla a
ella, quizás podía conseguirle un cerebro a su nuevo amigo. Proseguían su
camino cuando más delante se les acercó una niña extrañamente vestida que al
ver lo amable que había sido Dorothy con el espantapájaros quiso unirse a
ellos, les conto que estaba cansada de obedecer a su tía, la malvada bruja del
oeste, que solo se dedicaba a hacer daño a los habitantes del lugar…ella solo
quería tener una amiga pero nadie la aceptaba por ser quien era. Dorothy no lo
dudó ni un momento y le ofreció su amistad.

Mas adelante se les cruzó un hombre de hojalata.
Éste se encontraba reclinado sobre un árbol, desesperado porque anhelaba tener
un corazón. Al igual que hizo con el espantapájaros, le recomendó que se
dirigiera con ellos a ver al gran mago. Y así, todos juntos, retomaron el
camino. Poco tiempo después apareció un león que parecía bastante asustado,
debido a los gruñidos del pequeño Toto. El pobre león, aterrorizado, contaba
entre sollozos como deseaba poder ser valiente. Así que, finalmente, decidieron
avanzar todos juntos al encuentro del Mago de Oz, para que éste pudiera
resolver todos sus problemas.
En el momento en el que alcanzaron finalmente su
destino, fueron recibidos por un guardián que les condujo ante el famoso mago.
Pero su recibimiento no fue el esperado. El Mago de Oz les pidió, a cambio de
resolver sus dificultades, que vencieran a una de las brujas más temidas del
reino. La desesperación hizo a los nuevos amigos aceptar el reto, dejando atrás el castillo.

Poco tiempo después de abandonar la ciudad de Oz,
el grupo atravesó un gran campo de amapolas, pero algo era inusual en el aroma
de las flores. Tan intenso era el olor, que todos cayeron dormidos en un
profundo letargo. Una vez rendidos al sueño, un grupo de monos voladores,
enviados por la malvada bruja, los capturó. Cuando por fin, Dorothy y sus
amigos despertaron, se encontraron de frente con la temida hechicera. La niña
reaccionó valientemente arrojando un cubo de agua sobre la bruja, sin saber lo
que pasaría a continuación. De inmediato, la bruja pareció derretirse, dando
paso a un enorme charco de agua hasta desaparecer. Con la malvada hechicera
derrotada, su maldición se anuló, y entonces, los deseos de todos se hicieron
realidad. Bueno, todos a excepción de la niña Dorothy, que aún no había
regresado a su casa.

Entre la alegría de los desdichados que
finalmente veían como sus viejos temores desaparecían, Totó se alejó. Junto con Esmeralda fue en su busca y comenzaron a
curiosear por el palacio hasta dar con el Mago de Oz. Pero cuando lo
encontró, para sorpresa de los presentes, descubrió que el gran mago se trataba
de un simple anciano disfrazado. El hombre confesó su secreto, había quedado
atrapado previamente en el mundo de Oz, al igual que le había ocurrido a Dorothy.
Con el transcurso de los acontecimientos, el anciano confesó que había llegado
el momento de que él también regresará a su hogar. Por ello, para poder estar
de vuelta lo antes posible, había fabricado durante todos eso años un globo
mágico que lo llevaría de vuelta a su hogar.

Tras los preparativos, el viejo y la
niña se marcharon de Oz, una vez pudieron despedirse de sus amigos. Su nueva amiga “Esmeralda” le pidió que no la
abandonara, ella tampoco quería dejarla…pero deseaba volver a casa así que le propuso que se fuera
con ella, y Esmeralda aceptó.

El
trayecto resultó más peligroso de lo esperado. Con las turbulencias, Toto cayó
al vacío, y Dorothy, sin pensarlo, se tiró tras él para intentar salvarlo.
Durante el salto en el aire, la niña vio de nuevo a todos los amigos y seres
que conoció en Oz, en una especia de sueño. Entonces, escuchó de nuevo la voz
del hada, la que le guío hasta el mago, que susurraba: “Lo que debes hacer si
deseas regresar a tu granja es admitir que no estarás mejor en ningún sitio que
no sea tu casa”. Y Dorothy, que extrañaba terriblemente a su familia, no dejó de
repetir esta idea en su cabeza…y con tres taconeos…"tac, tac, tac" bastaron para que la pequeña descubriera los poderes mágicos de sus zapatos y repitio en voz alta "Se está mejor en casa que en ningún sitio"
Cuando finalmente despertó, percibió la voz de
sus tíos que la llamaban. Emocionada, avanzó hacia ellos para reunirse en un
tierno abrazo. Descubrió entonces que todo había sido un sueño que nunca
olvidaría. Al igual que a todos los amigos que había descubierto en el país
imaginario del Mago de Oz…
O quizás no?...Dorothy y su nueva amiga Esmeralda
crecieron juntas y felices en la preciosa granja de sus tíos ya que estos la
aceptaron como una hija más.
Espero que esta versión os haya gustado ya que me he permitido incluir un nuevo personaje dándole un toque personal...jejeje...
VERSION: ELANOR
FOTOS: ELANOR / FOTOGRAMAS Y VIÑETAS DE LAS PELÍCULAS
VESTUARIO: ORIGINAL DE FAMOSA