El pasado fin de semana, la pandilla, decidió ir de excursión a la nieve y eligieron un lugar al que nunca habían ido...deseaban un lugar apartado tranquilo y poco frecuentado, así que se quedaron con una de las cabañas más apartadas del complejo principal...
Mientras la mayoría fueron a esquiar, tres de ellos prefirieron ir a dar un paseo lejos de las pistas...
Los paisajes blancos les tenían maravillados mientras paseaban animados con una agradable charla, el día era claro y despejado y se sentían muy animados pese al frío...
Siguieron una especie de sendero que los llevó hasta la impresionante vista de un lago...
algo que no esperaban ya que no lo habían visto en ninguno de los folletos turísticos, se quedaron indagando por los alrededores cuando se dieron cuenta de que la luz decrecía...
no debían quedarse allí más tiempo o se les haría de noche...
Mientras decidían cual era el camino de vuelta, ya que al adentrarse no estaban seguros de cual habían tomado, el paisaje se volvió multicolor...
se vieron sorprendidos por una hermosa aurora boreal...algo que al igual que el lago no esperaban contemplar...
Empezaron a preocuparse que con la escasa luz no encontraran el camino de regreso, pero fijándose en el entorno vieron a lo lejos unas débiles luces que no eran parte del fenómeno natural, supusieron que eran las luces del complejo...
Se encaminaron en esa dirección y lo que se veía al pie del valle eran las luces de una pista habilitada para los esquiadores nocturnos...
Debían desviarse hacia el lado derecho del complejo para encontrar las cabañas más apartadas que eran donde habían decidido quedarse, se extrañaron de que sus compañeros no los hubieran llamado para saber donde se habían metido...entonces se percataron de que ninguno había cogido el móvil y por tanto estaban incomunicados ¿habrían pedido ayuda para salir a buscarlos? que bochornoso sería no encontrar el camino de vuelta...
Bueno no era para tanto, les parecía reconocer el sendero y al final unas luces que serían las de su cabaña, todo el entorno les resultaba muy familiar, dando por hecho que su instinto no les engañaba se dirigieron en esa dirección...
Esperemos que estuvieran en lo cierto y al final del camino les esperaran sus amigos con la recompensa de un chocolate calentito...¿ o no?
Esperamos que con este relato no hayáis pasado mucho frío...jejeje...
RELATO: ELANOR
FOTOS: ROCÍO ÁLVAREZ
VESTUARIO: EL TALLER DE CASA ELANOR