ARIEN
Hacía tiempo que quería tener una pecosa y además una rubia de cabellos dorados, pues por fin las tengo, las dos en una, estoy muy contenta porque más bonita no puede ser.
La he vestido con el "Otoño Loco", cada vez que me acordaba de mi muñeca de la infancia, este traje era una de las primeras imagenes que me venía, y no me he podido resistir a traerlo una vez más a una entrada.
Valentina, que así es como la he llamado, nos adentrará por los dorados y rojizos caminos del otoño através de una leyenda.
EL INDIO Y EL OTOÑO.
Cuentan que en un país muy lejano vivió hace tiempo un indio errante.
Siempre estaba viajando y cuando regresaba las gentes se alegraban de los cuentos y noticias que les traía. Les contaba de rios caudalosos llenos de enormes peces, de selvas vírgenes, de montañas y pampas.
Todos escuchaban complacidos y creían todo lo que el indio les relataba; sin embargo un día toda la confianza que en él tenían desaparecio. Fue cuando les contó que en las lejanas tierras del norte, de clima mas suave, las hojas de los árboles no siempre eran verdes, que en un tiempo dado, se teñían de colores anaranjados y amarillentos, y la tierra parecía cubierta de una capa de herrumbre.
Después de un tiempo llegaba la nieve y la lluvia hasta que las ramas volvían a nacer nuevas, fuertes y de un verde radiante.
Así año tras año y durante largos días el frío reinaba en aquel lugar. ¿Cómo podrían creerle cuando les hablaba de esa extraña estación llamada “Otoño”?
- Jura por tu honor que nos traerás el otoño – pidieron-. Y el Indio Errante dio su palabra.
Pasaron los días, los meses y los años, viajó por todas partes, a todas las personas que encontraba le preguntaba como podría llevar el otoño a su tribu pero nadie en ningún lugar pudo darle una respuesta.
Su pelo poco a poco se encaneció; su edad y su fatíga volvieron lentos sus pasos. Sin embargo, el siempre tenía presente su promesa.
Un día, hacia final del verano, llegó a un lugar que incluso para él era desconocido. La hierba no crecía y no se oía el canto de los pájaros, no había nada más que una pila de enormes rocas amarillentas que señalaba el inicio de un sendero estrecho. Siguió el camino hasta llegar a una gruta, allí sentado en una silla hecha de piedras encontró un gigante vestido con pieles, en sus manos jugueteaba con una pipa de hielo.
-Debería castigarte por venir a este lugar -dijo de mal talante-. Yo soy el Gran Señor del frió. Sé lo que estas buscando, solo yo puedo conseguirlo, pero si quieres que te ayúde, tendrás que contestar a una pregunta, cuya respuesta deberá agradarme. El indio aceptó.
El enorme ser inclinó su cabeza diciendole así:- si te doy a elegir entre una pócima para rejuvenecerte y la del otoño, ¿cual sería tu elección? …… - La del Otoño, dijo sin dudar, pues mi honor se encuentra en juego y no defraudaré a los míos-
El gigante quedó en silencio y con solemne semblante le dijo:
- Ponte en marcha lo mas rápido posible. No muy lejos de aquí, entre las montañas, camino de donde se encuentran los tuyos, hallarás una gran piedra; bajo ella nace el manantial del otoño. Lo único que debes hacer es beber un sorbo se agua….Y ahora ¡vete!
El indio se alejó a toda prisa; no había tiempo que perder. En el horizonte ya se empezaban a agrupar oscuras nubes y el silbido del viento, que arreciaba su rostro, ya se dejaba oír.
No tardó en encontrar el lugar, reuniendo sus escasas fuerzas consigió apartar la piedra: de allí nacía un agua limpida y rojiza.
Pero las nubes se acercaban y embravecía la mar levantando olas como montañas.
El indio arrodillándose ante el manantial, bebió su agua lentamente.
Cuando se puso en pie fue incapaz de dar un paso. Poco a poco sus pies se hundían en la tierra formando raíces que avanzaban rodeando el lugar, vió como sus brazos lentamente se estiraban hacia el cielo transformandose en nudosas y endurecidas ramas de las que comenzaban a nacer pequeñas hojas….
- Nuestro hermano, el indio errante, cumplió su promesa y nos a traído el otoño-
Al pronunciarse estas palabras todas las hojas cayeron, posandose sobre las manos de las gentes.
Espero que os haya gustado y que tengais un buen inicio de temporada.
Abrazos.
ARIEN.
Fotos y montaje: Arien, y el dibujo es de mi hijo.
Vestuario: "Otoño loco" original de Famosa (el mío de peque, heredado de mi hermana)